Para comenzar la historia debemos ponernos en contexto. Akila es una perrita que vino recientemente de Madrid y el cambio de ambiente no pareció sentarle muy bien.
La dueña me contactó y me explicó detalladamente la situación en la que se encontraban las dos.
Akila comenzó a romper cosas como cuadros, cajas, lámparas, importante esto último.
El primer día que llegué a la casa, Akila tenía media casa por el suelo.
Comencé pensando que sería una habituación al nuevo entorno y comenzamos un proceso de habituación, pasaron las semanas y la dueña seguía diciéndome que seguía destrozando cosas incluso que con más intensidad se ensañaba con un objeto en particular: la lámpara.
Por miedo a que rompiese la bombilla le pedí retirarla de la vista de Akila y guardarla en algún lugar seguro.
Akila, que es muy ingeniosa y muy activa, ya se las ingeniaría para conseguirla de nuevo.
Por ahora comenzó a buscar otros objetivos como podría ser un cuadro que al parecer no le gustaba en exceso y decidió retirarlo a su manera.
La dueña me volvió a llamar y me dijo que no parecía avanzar de ninguna manera.
Así que le recomendé lo típico: mordedores comestibles que sean duros pero que le gusten, la cuestión era después de su rutina de paseos, antes de irnos de casa, dejarle con su masticador, igual con esto ya podríamos relajarnos un poco pensando que está entretenida y no romperá nada.
Con lo que Akila, en uno de esos días, consiguió entrar a la habitación donde se encontraba la lámpara y la vimos disfrutar de cómo jugaba por toda la casa con dicha lámpara. Por suerte la dueña le retiro la bombilla días antes (Lámpara RIP).
Así que pensé en la posibilidad de que solo fueran un bucle de estrés, ya que se quedaba sola.
cuando rompía algo la dueña le hablaba por la cámara de casa, algo que le creaba una distorsión de su entorno, al escuchar la voz de su dueña pero no verla físicamente. (No en todos los perros tiene que darse este caso, pero Akila era susceptible ello)
Algo que le provocaba una ansiedad y estrés, lo cual le llevaba estar a la expectativa de volver a escuchar la voz de su dueña para aliviar ese estrés.
Además del mítico error que cometemos todos, y es inevitable, llegaba a casa y reñía a Akila, que ya es una muestra de atención, que es lo que Akila quería en ese momento, fuera una atención mas o menos positiva, pero así ella lo conseguía.
Entro en ese bucle: su dueña se va, rompe algo para ver si escucha su voz y se excite.
Si lo consigue y, si no, se queda alerta constante hasta que llegue su dueña u oiga su voz.
SOLUCIÓN.
Con lo cual decidí que lo mejor sería que cuando ella salga de casa deje de hablar por el micrófono de la cámara y que cuando llegase a casa si Akila destrozó algo durante el día que simplemente lo recogiese, limpiase la zona, mandase a Akila a su sitio y que durante el tiempo que tardase en recoger se quedase en el sitio. Una vez todo recogido podría o sentarse en el sofa o darse una vuelta con Akila cualquiera de las dos me parecía correcto.
En la primera semana ya dejó el foco de muchos objetos para centrarse en uno: la lámpara.
En la segunda semana ya no parecía tener tantas ganas de coger ni la lámpara ni el cuadro ni nada que no fueran sus juguetes o el masticador.
En la tercera semana solo tiró un perchero con la cola de forma totalmente fortuita no intencional.
Desde entonces Akila es una perra más tranquila en casa. Ya no necesita afrontar sus frustraciones con la lámpara ahora prefiere su mordedor y un juguete de un dinosaurio, que es su favorito.
Aún así pasaron las navidades y todos sabemos que Navidad igual a petardos.
Bueno Akila lo ha pasado bastante mal tanto que ha estado prácticamente 1 mes y algo más en alerta por si escuchaba alguno, por ahora parece que ya vuelve a estar más tranquila, vuelve a jugar y no estar tan alerta, aunque todavía le dan sus momentos e incluso nos debemos marchar de la zona ya que entra en un bucle de miedo el cual parece, como he mencionado antes, ya lo está dejando atrás poco a poco, pero creo que será necesario trabajar esto ya que creo que necesita poder recuperarse de estos estímulos, antes de pasarse más de 1 mes casi sin hacer necesidades, sin disfrutar del paseo y en una vorágine de estrés, no me parece bueno para su estado ni físico ni mental.
Pero eso será para el siguiente relato.
Muchas gracias por leer mi contenido.
Nunca realicen estos ni otros tratamientos en vuestros perros, cada perro es un mundo y hay que realizar un trabajo de estudio para poder determinar correctamente qué se ha de realizar en cada caso. Cuenta con un profesional para realizar cualquier tratamiento.
Esto es un Relato aproximado de lo realizado en este caso explicado sin palabras técnicas para facilitar su lectura. Falta mucha información sobre el caso, pero creo haberlo explicado de la manera más fácil de comprender, el trabajo suele ser mucho más extenso, pero espero conseguir que se aprenda algo y que se pueda leer de manera amena.
Si tienes cualquier idea de cómo habrías llevado tu este caso dilo en comentarios y puede que aprendamos todos un poco más.
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